lunes, 2 de marzo de 2015

El Bizco, personaje de Pío Baroja.







Llegaron los dos primos a una barriada miserable y pequeña.
  —Esta es la Casa del Cabrero —dijo Vidal—; aquí están los socios.
  Efectivamente, se hallaba acampada toda la piratería. Allí conoció Manuel al Bizco, una especie de chimpancé, cuadrado, membrudo, con los brazos largos, las piernas torcidas y las manos enormes y rojas.
  —Este es mi primo— añadió Vidal, presentando Manuel a la cuadrilla; y después, para hacerle más interesante, contó cómo había llegado a casa con dos chichones inmensos producidos en lucha homérica sostenida contra un hombre.
  El Bizco miró atentamente a Manuel, y viendo que Manuel le observaba a su vez con tranquilidad, desvió la vista. La cara del Bizco producía el interés de un bicharraco extraño o de un tic patológico. La frente estrecha, la nariz roma, los labios abultados, la piel pecosa y el pelo rojo y duro, le daban el aspecto de un mandril grande y rubio.

                                                                                                               Pío Baroja, La busca

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